QUITO DE HOY

Tenemos una clase política, que no cree en la educación, cultura, deporte, ni cree en el bienestar de los ecuatorianos, nos han llevado a lo más alto de la corrupción, los gobiernos de dudosa procedencia: fraudulentos o por dictaduras, que en nombre de la paz, aventureros gobernantes; asaltaron, despilfarraron  los recursos, y bienes de nuestro pueblo.

Quienes vivimos en esta bella ciudad: colonial, feudal, moderna, vemos cada día, sin ningún asombro; como las autoridades de elección popular, con sus actuaciones han ido permitiendo que seas las mafias del narcotráfico, sicarios, asaltantes, estafadores; quienes comiencen a controlar la ciudad.

El caos y desorden que estamos viviendo, no es de ahora, ya lo vivimos; desde las anteriores administraciones de las alcaldías, que con la justificación de la construcción del aeropuerto internacional de “TABABELA, RUTA VIVA, EL METRO DE LA CIUDAD”, con sobre precios, que muchos ciudadanos lo han denunciado, como la corrupción volaba junto con la famosas compañías de ODEBRECH.

No pretendo justificar este alcalde, impugnado por la ciudadanía, pero preguntasen como dejo la ciudad el alcalde nefasto que firmó, el contrato del METRO DE QUITO.

Con el cuento de las obras macro, se olvidaron de la ciudad, especialmente los barrios marginales: parques, jardines, calles, que hablar de la infraestructura escolar, de la cultura popular: música, teatro, danza, etc.

Es vergonzoso, ver un vicealcalde que llego de la mano del alcalde, trepándose por las espaldas: el mismo; es tan responsable de lo que pasa de la ciudad; porque a nuestro entender, este ciudadano, era su hombre de confianza; porque le vimos en campaña; como se llevaban, ni que hermanos de sangre, eran panas del alma.

Mientras estos dos ciudadanos se disputan la alcaldía, y pretenden enfrentarnos; pueblo contra pueblo, miles de ciudadanos en la ciudad: deambulamos como Zombis buscando empleo, que no los encontramos, otros haciendo colas por vacunarnos; otros están muriéndose en los hospitales públicos por la pandemia.

Que tanto les pueden importar  la vida de los ciudadanos, sus actuaciones nos indican que solo les importa sus intereses personales, que quizá tiene que ver con el reparto del presupuestos y las gerencias, direcciones, administraciones del cabildo.

El pueblo, que está siendo convocado a las calles, por los testaferros de estos señores; deberíamos salir a pedir que todos estos vivos, se vaya a sus casas, y se adelante las elecciones, y la alcaldía y concejalías se encargue a una junta de notables ciudadanos, conformados por dirigentes: barriales, maestro, organizaciones culturales, empresarios.

Pedir la intervención de la contraloría y fiscalicé a las últimas cinco alcaldías, y el pueblo demandarles en la fiscalía por abandonó de la ciudad, y hacerle responsables por haber permitido que la de la delincuencia se haya tomado: calles, barrios de la ciudad y las instituciones públicas.

Porque la droga, los asaltos, robos, muertes, que estamos viendo todos los días, no es resultado de la nefasta actuación de las presentes autoridades de la ciudad, también tiene que ver los anteriores alcaldes, y gobierno nacional.

 

Nemo Domínguez Mejía