sábado, 23 de enero de 2021

EL POPULISMO

Los populistas, a nombre de la democracia; cada elección  resucitan, y nos hacen recordar que existimos, y que son unos aventureros caza fortunas, que miran alcanzar los bonos que les proporcionara: el petróleo, los metales preciosos y los dólares que ingresan a las arcas del estado; con el voto de los ingenuos ciudadanos.

Ya con el poder y control del estado, se rodean de una guardia pretoriana, las 24 horas del día, durante el tiempo que se mantengan en el poder; para que no se les acerque; el pueblo hambriento y desocupado.

Pronto se olvidaran las promesas de campaña que les hicieron en sus recorridos y visitas a los pueblos, barrios y ciudades; la prioridad lo determina los compromisos de campaña sus socios y amigos.

Las demandas básicas y elementales, lo determinan los funcionarios de las carteras del gobierno, con su visión tercermundista, que buscan soluciones temporales y de rápida solución que pongan contentos a los beneficiados y el gobernante y sus serviles funcionarios, los aplaudan y el populista pueblo, quede encantados, con sus magistrales y genial publicidad, que les dan la sensación que viven en otro continente del primer mundo; mirando delante de las pantallas de un televisor las cadenas nacionales del gobierno, el pueblo.

La bulla de los gritos no se hacen esperar; de los inconformes y desocupados que no encuentran trabajo; el delincuente que corre arrancando una cartera, algún turista descuidado; un grupo de estudiantes, junto a los trabajadores, reclaman mejores salarios y no pago la deuda externa; los ambientalistas, igual protestan, pidiendo la conservación de los bosques y manantiales, sin contaminarlos.

Los niños desnutridos, madres solteras, un ejército de jóvenes sin posibilidades de estudiar y tener trabajo; campesino, viviendo en situaciones inhumanas: sin agua potable, sin acceso a un seguro de vida, sin vías de acceso, una pobre vivienda sin los servicios básicos; mucha gente viviendo en las calles, bajo los puentes y veredas, de las ciudades; miles de jóvenes buscando salir del país, de una manera legal  e ilegal.

Somos y seguiremos siendo un pueblo populista.

Mientras el país, este gobernado por una clase política: incompetente y corrupta, que elige el camino más fácil para hacerse de fortunas mal ávidas; en vez de buscar a provechar la gran riqueza que la tierra nos ofrece, para ser uno de los países, mas importantes en la producción alimentaria; preparar a nuestros jóvenes; para convertir nuestras universidades, en centros de investigación y generación de técnicos, en la producción de tecnología.

Seguiremos teniendo una clase política: mal preparada e improvisada, buenos que no sean; para quebrar las empresas públicas, robar sus recursos económicos y lo más lamentable; lo que roban, se llevan a otros países, hacer las inversiones.

Como diría un amigo, borracho en la cantina del pueblo: soy populista y popular; me busca el cura, para salvar mi alma del infierno; me busca hasta el candidato presidencial y asambleísta; para que le de mi voto; nunca sería como ellos;  soy pobre, pero honrado; vivo feliz, siendo pobre y sin trabajo; pero vivo con mi conciencia tranquilo, porque no le robo a nadie; daría mi vida, porque cambie la suerte de mi pueblo y mi Patria.

Nemo Domínguez Mejía 


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