Un amigo, muy conocido por sus éxitos en los negocios; se encontraron a los años, con su compañero de su infancia; su confidente de jugarretas y pequeñas diabluras, que más de una vez; dio dolores de cabeza, e hizo pasar malos momentos a sus compañero de aulas, vecinos, y maestro.
Isaac, se hizo un hombre mucho exitoso, en el mundo de los negocios;
acumulando muchos bienes materiales y
dinero.
Luis, es hombre humilde, con una familia numerosa, que logró el respeto,
y admiración de su familia y su comunidad; por su generosidad y siempre estar ayudando
a la gente más necesitada; desde sus aulas, formó muchas generaciones de
hombres de bien, inculcando en la mente y la conciencia de sus pupilos: el
respeto, la honradez, y el servicio a la comunidad.
En las horas libres, y cuando llegaba la noche, era muy solicitado por
los jóvenes enamorados; para que dé serenatas: un matrimonio, un cumpleaños, las
fiestas de su pueblo, o cuando venía alguna autoridad de la capital de la
provincia.
La verdad, visitar su casa, era un verdadero lujo, que cualquier
presidente de la república, príncipe, o rey; como quisiera tener esa suerte.
Su casa está en medio de un jardín de muchas flores, todas ellas; bien
cuidas, florecientes, y perfumadas.
Al entrar dentro de ella, se siente una luz y un aire de paz y
felicidad, la verdad, que uno se siente como en la casa de uno; su sala rodeada
de pinturas de pintores locales, muchas macetas de bellas flores, unos muebles
por su originalidad y diseño de seguro fue construido, por el maestro y
artista.
Su estudio, está rodeado de libros; diferentes instrumentos de percusión y música: un piano
viejo de los antiguos, una vitrola de cuerda y manivela; de esas antiguas, que
solo se encuentran en los museos o casa de antigüedades, todavía suena, con los discos de carbón, una guitarra; muchos de esos instrumentos
musicales no los conozco.
Doña. Alegría, es una mujer bellísima, recuerdo en aquellos tiempo de la
primavera de su vida, muchos pretendían conquistarla: Abogados, oficiales de la
policía y militares, gobernadores, supervisores, se contaba que por primera vez llegó al pueblo un presidente de la república, siendo ella, la reina del
pueblo, le pretendió enamorarla; ella lo rechazó.
Era tan guapa, que, Luis; mientras solo eran conocidos, todas las
noches le iba a dar serenatas, con canciones de autoría; por supuesto, no era del agrado de sus
padres, ellos; querían para su hija: un hombre de mucho dinero, o una profesión,
que le aseguro una vida de comodidades, y lujos, que bien merecida tenía, ella.
Una noche: lluviosa y de neblina, la rato a sus padres; desde luego con
el consentimientos de Ella. Alegría
Paso mucho tiempo nadie supo
nada de la nueva pareja de enamorados, un día de verano, el pequeño pueblo se alarmó por la presencia de unos visitantes, todos los miraban sorprendidos;
como si hubieran resucitados después de haber muerto.
Luis, con su guitarra en el hombro, una maleta en la espalda, y un hijo
en brazos; Alegría, con una bella niña cogida de las manos, que caminaba tropezando,
estaba recién aprendiendo a caminar… Continuará.
Nemo Domínguez Mejía
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