Debería ser la primera prioridad de las nuevas autoridades, que serán en las urnas, elegidos, por la voluntad de los ciudadanos: Presidente de esta República y Asambleístas.
Toda la gente, medianamente conscientes, si
nos damos cuenta del estado de descomposición moral y ética de la clase política,
que hasta hoy, nos vienen gobernando; con sus pocas excepciones, que quizá nunca
los conoceremos en esta vida, sino en el reino de los cielos; donde dicen que
van los buenos y que han sabido sufrir: hambre, enfermedades, persecuciones y
muerte, en este mundo.
Consuelo de los tontos, y alegría de los
vivos, que con las tragedias y muerte, se están haciendo ricos, a costa del
sacrificio de todo un pueblo; donde los hijos, han perdido a los padres y se
han quedado en la orfandad y sin ninguna protección.
Hasta el día de hoy, al alcalde, concejales
y prefecta de la ciudad, no lo hemos escuchado decir: aremos todos los
esfuerzos económicos; para adquirir las vacunas e inmunizarnos de la pandemia a
todos los residentes de la ciudad; más bien, nos quieren que paguemos, el robo
en la construcción de la ruta viva, y para completar, al burgo maestro le piden
prisión preventiva, por las irregularidades en la adquisición de la las pruebas
del COVID 19, y contrataciones públicas.
La vida de los ciudadanos, está en peligro,
y hasta el día de hoy, no lo tratan con seriedad, responsabilidad, y premura,
al contrario; hablan y hablan del famoso
metro con sobre precio, y que necesitan más plata para su funcionamiento, no sé,
donde vamos a sacar los dólares, para pagar más impuestos, si no podemos
trabajar, estamos encerrados unos y otros
enfermos y muriendo.
¡Acaso piensan que los muertos; desde el
cementerio van a darles los dólares de los impuestos!
Despierten autoridades, y vivan la realidad
que está viviendo el pueblo, los que no tienen trabajo; para su sobrevivencia
de él y su familia, al no encontrar trabajo, está asaltando y robando.
Ni siquiera pueden salir a mendigar, hasta
en eso hay tal competencia, que se han tomado la ciudad, y más parece que esta;
es una ciudad invadida por los mendigos.
Salvar la vida debe de los ciudadanos, debe
constituirse, en la prioridad número uno de las nuevas autoridades electas; las
obras faraónicas, deben pasar a segundo plano.
Nemo
Domínguez Mejía.
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